Aunque algunos maestros no consideran que las practicas de las meditaciones de pie hagan parte esencial del entrenamiento, otros, sin duda la mayoría afirman que no es posible alcanzar un considerable nivel de desarrollo si se los deja de lado. Mi experiencia personal es que este tipo de ejercicios es indudable y a muchos niveles. Por un lado permiten crear un alineamiento corporal adecuado, necesario para que la energía pueda circular de arriba a abajo libremente. Adicionalmente, a través de la relajación y la sedimentacion del cuerpo alcanzadas por medio de las posturas estáticas se obtiene un mayor grado de enraizamiento y estabilidad. Un tercer beneficio que reportan estas posturas es el de incrementar la sensibilidad y la energía interna.
Si se practican al menos durante un periodo de seis meses por un tiempo mínimo de quince minutos diarios el progreso en los movimientos de la forma sera notable, eso es algo que todo practicante puede comprobar por si mismo, siempre y cuando tenga la disciplina de hacerlo.
Si lo que se desea es fortalecer el cuerpo, especialmente las piernas, las exigentes posturas bajas son las mas apropiadas. Pero si lo que se quiere es desarrollar e incrementar la energía interior entonces son mas recomendables las posturas altas. El efecto de el ejercicio se siente en algunas ocasiones como calor en ciertas zonas del cuerpo o como hormigueo o sensación de burbujas en otros casos. La agradable sensación de que todo el cuerpo esta vivo, alerta y conectado es uno de los signos de que el trabajo se esta haciendo de la manera correcta.
Aunque muchos puedan sorprenderse de que se denomine "ejercicio" una practica que no involucra movimiento corporal, los que han tenido la oportunidad de ejecutarla saben bien de lo que se habla. Nos referimos a un tipo de entrenamiento que ademas de la exigencia a nivel físico, involucra el aspecto energético y mental
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